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Rivadeneira Prada, Raúl

Ensayo introductorio al libro Bolivianismos en el Diccionario de la Lengua española

Miércoles 27 de abril de 2016, por Tatiana Alvarado Teodorika

I

ISAGOGE

El presente estudio registra los lemas con la marca Bol. y la mención Bolivia o boliviano, na., en una o más acepciones y formas complejas, así como las adiciones, omisiones y supresiones de bolivianismos en la VIGESIMOTERCERA EDICIÓN del Diccionario de la lengua española (DILE/2014), conmemorativa del Tricentenario de la Real Academia Española, publicada en octubre de 2014.

Para el acopio de voces bolivianas, con o sin el acompañamiento de otras marcas, así como para la verificación de adiciones, omisiones y supresiones, se ha seguido un procedimiento comparativo del DILE/2014 con el DRAE/2001. Hará falta un estudio más exhaustivo de los artículos correspondientes a los bolivianismos para la proposición de enmiendas, totales o parciales, y adiciones con vistas a la 24.ª edición; trabajo que, necesariamente, tendrá que confiarse a un equipo de investigadores. Se ha redactado de nuevo una apreciable cantidad de artículos de la anterior edición con el propósito de ofrecer información más clara y precisa, con sujeción a una planta diseñada con una finalidad hasta cierto punto pedagógica y esclarecedora.

El DILE/2014 se inscribe en el ya vasto repertorio de obras panhispánicas de la Asociación de Academias y de la Real Academia Española. Acoge más voces americanas que los diccionarios que le anteceden. Su nueva planta, como dice la nota de presentación publicada en la Internet, ofrece novedades que “buscan el logro de tres objetivos principales: enriquecer el Diccionario, modernizarlo y hacerlo más coherente”.
El DRAE/2001 contiene poco más de 88 000 lemas; el DILE/2014 registra más de 93 000.

Las consultas regulares a las veinte Academias americanas y la Filipina sobre adiciones, enmiendas y supresiones para la 23.ª edición, en curso desde 2002, fueron interrumpidas en abril de 2009, por decisión de los directores y presidentes de las veintidós Academias, reunidos en Sevilla, según consta en el acta correspondiente, “debido a la confluencia entonces de las tareas de la Nueva gramática, el Diccionario de americanismos y la nueva edición de la Ortografía”. Antes de esta interrupción, la Academia Boliviana de la Lengua (ABL) ya había aportado, sistemáticamente, información lexicográfica al Banco de datos y a la Unidad interactiva del DRAE.

Una vez publicadas las obras panhispánicas cuya elaboración interrumpió las mencionadas consultas, el Pleno de directores que tuvo lugar en Madrid y en Burgos, en julio de 2011, aprobó reanudar la elaboración del Diccionario de la lengua española con sujeción a una agenda que, entre otras cosas, programó la revisión de los americanismos de cada país (y los filipinismos) en dos fases sucesivas:

1.ª Agosto de 2011- marzo de 2012. Adecuación de marcas geográficas entre el DRAE y el Diccionario de americanismos. Para ello se incorporarán a los americanismos presentes en la actual edición del DRAE las marcas americanas ausentes de él y presentes en el DA, y se eliminarán del DRAE las posibles marcas presentes en él y ausentes del DA.

2.ª Abril de 2012-junio de 2013. Incorporación al DRAE de nuevos americanismos (lemas y acepciones) que figuren en el DA y cumplan dos requisitos: ser compartidos por al menos tres países y no estar afectados por restricciones diafásicas, diastráticas o de vigencia contempladas en el DA.

El desarrollo del nuevo diccionario demandó, además, la armonización de su contenido con otras obras panhispánicas, principalmente con la Nueva gramática de la lengua española y la Ortografía de la lengua española, ambas publicadas en 2010.

En la Academia Boliviana, esas tareas estuvieron a cargo de la Comisión de Lexicografía, integrada por Carlos Coello Vila, Mario Frías Infante y Raúl Rivadeneira Prada (coordinador), con la colaboración de Jacqueline Auza Santi, becaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) canalizó las propuestas de léxico americano de las academias. La última fase del trabajo de concordancia y adecuación del nuevo diccionario y el DA se efectuó en Madrid, en la Comisión Permanente, durante abril y mayo de 2013, con la concurrencia de representantes de las Academias Boliviana, Dominicana y Venezolana.

El delegado boliviano (autor del presente libro) hizo el trabajo de revisión y análisis de las voces que con la marca Bo. registra el Diccionario de Americanismos, con verificaciones en el DRAE, a fin de facilitar la armonización del nuevo diccionario con el DA, respecto de los bolivianismos insertos en ambos cuerpos lexicográficos. La tarea culminó con la proposición de correcciones de étimos de lenguas nativas, de enmiendas a la redacción de artículos, adición de la marca boliviana a más de un centenar de americanismos, y la supresión de la marca nacional erróneamente puesta en lemas y acepciones ajenos al léxico boliviano.

Nuestro informe deja constancia de la necesidad de uniformar en los diccionarios la escritura de vocablos de origen quechua y aimara, ya que una misma palabra se registra en el DA con dos o más grafías. Hay palabras hasta con cinco escrituras diferentes. Ejemplos:

tinca/tinka
kechua/quechua/quichua
huacatay/huacataya/wacatay/wacataya
guincha/güincha/huincha/vincha/wincha

Por otra parte, hay voces autóctonas cuyos lemas se han castellanizado de manera forzada, como cala (aimara k’ala), cara (aimara y quechua k’ara/q’ara ), casa (quechua k’asa). Con el reemplazo del fonema K por el fonema C, estas palabras cambian su significado por el de voces del español estándar. Veamos:

k’ala: piedra
cala: del verbo calar

k’ara /q’ara: desnudo, pelado
cara: faz, rostro

k’asa desportillado, desmochado
casa: vivienda.

Se ha recomendado propiciar reuniones de las Academias competentes en la materia (Argentina, Chilena, Boliviana, Ecuatoriana y Peruana) la adopción de una sola grafía para las voces originadas en las lenguas autóctonas de estos países, principalmente la quechua y la aimara.

EL NUEVO DICCIONARIO

Un estudio realizado por Carlos Coello Vila informa que la 22.ª edición del DRAE/2001 contiene 938 lemas con la marca Bol. o A. Andes, o con la voz Bolivia o boliviano/na en la definición”. Esa cantidad representa un incremento del 300 por ciento respecto del registro de 278 lemas de la 21.ª edición (1992).

El nuevo Diccionario de la lengua española (DILE/2014) registra 2809 voces y acepciones con la marca Bol., o la mención Bolivia o boliviano, na. El total contiene 1553 lemas y 1256 acepciones. Se han contabilizado las acepciones a ciones con las marcas Am. partir de la segunda (ǁ 2., ǁ 3., etc.) acepción. No han sido tomados en cuenta lemas y acep (América) y Am. Mer. (América Meridional) porque en la primera no es posible establecer con precisión en qué lemas de los americanismos está presente la marca Bol., ya que la acepción precedida por la marca Am. es compartida por catorce o más países, pues el diccionario no señala específicamente esas marcas; en la segunda, porque la marca Bol, (como las otras) no está, por supuesto, explícitamente señalada.

Ejemplos de americanismos:

coima². (De or. inc.). f… ǁ 2. Am. soborno. (ǁ dádiva con que se soborna).

membresía. (Adapt. Del inglés membership). f. 1. Am. Condición de miembro de una entidad. ǁ 2. Am. Conjunto de miembros.

Ejemplos de americanismos meridionales:

ají. (De or. taíno). m. 1. Am. Mer. y Ant. pimiento (ǁ planta). ǁ 2. Am. Mer. y Ant. pimiento (ǁ fruto). ǁ 3. Am. Mer. y Ant. ajiaco (ǁ salsa de ají).

mapoteca. (De mapa y -teca). f. 1. Am. Mer., Méx., Nic. y Pan. cartoteca (ǁ lugar). ǁ 2. Arg., Bol., Chile, Col., Méx., Pan., Perú, Ur. y Ven. cartoteca (ǁ colección).

La cifra 2809 indica un aumento en el DILE/2014 de 1872 lemas y acepciones (50.10 por ciento) respecto de los 938 del DRAE/2001.

ADICIONES

Registramos además 762 adiciones de la marca Bol., tanto a entradas ya existentes en el diccionario anterior como a lemas y acepciones incorporados en la 23.ª edición.
Vocablos que en el DRAE/2001 se registran precedidos simplemente por la marca Am. llevan ahora, en el DILE/2014, las marcas de países que, en número, no llegan a las catorce requeridas para considerarse como americanismos, por ejemplo: aguachento, aguaitar, airampo, ajiaco, y un largo etcétera.

Anotemos algunas adiciones:

chancaca. (Del náhuatl chiancaca ‘azúcar moreno’ o del quechua ch’amqay ‘triturar’). f. Arg., Bol., Chile, Ec., El Salv., Méx. y Perú. Tableta rectangular hecha con la miel que se obtiene de la caña de azúcar.

Obsérvese que el significado del bolivianismo chancaca está más próximo del sentido de la voz náhuatl ‘azúcar moreno’ que del verbo quechua ‘triturar’; asimismo, la voz chancaca es casi idéntica, gráfica y fonéticamente, al vocablo náhuatl chiancaca, con escaso parecido al quechua ch’amqay.

La voz cachar tenía tres marcas bolivianas; con las adiciones 6, 7, 9 y 12 tiene, ahora, siete:

cachar³. (Del ingl. to catch). tr. 1. Bol., Col., Ec., El Salv., Guat., Hond., Méx. y Nic. En algunos juegos, agarrar al vuelo una pelota que un jugador lanza a otro. ǁ 2. Bol., Col., Ec., El Salv., Guat., Hond., Méx. y Nic. Agarrar cualquier objeto pequeño que una persona arroja por el aire a otra. ǁ 6. coloq. Arg., Bol., Chile, Cuba, Ec., El Salv., Guat., Hond., Méx., Nic., Ur. y Ven. Sorprender a alguien, descubrirlo. ǁ 7. coloq. Arg., Bol., Ec., Guat., Hond., Méx., Nic. y Ur. Agarrar, asir, tomar algo o a alguien. ǁ 8. coloq. Arg., Bol., Par. y Ur. Burlarse de alguien, hacerle objeto de una broma, tomarle el pelo. ǁ 9. coloq. Bolivia, Chile, Ec., Guat., Méx. y Ur. Entender, comprender a alguien. ǁ 12. malson. Bol., Pan. y Perú. Practicar el coito con alguien. U. t. c. intr.

Entre las novedades que ofrece el DILE/2014 está la anotación explícita de marcas americanas en algunos lemas que en la anterior edición llevan la marca genérica Am. (América). Esta innovación responde al criterio de considerar como americanismos las voces compartidas por más de catorce países americanos; las de menor compartición llevan las marcas de los países en los que se las usa, como en los siguientes ejemplos:

chicotear. tr. Arg., Bol., Chile, Ec., El Salv., Guat., Hond., Méx., Nic., Par., Perú y Ur. Dar chicotazos.

garuar. (Conj. c. actuar). intr. impers. Arg., Bol., Chile, C. Rica, Ec., Hond., Nic., Pan., Par., Perú, Ur. y Ven. lloviznar.

Apuntamos tres adiciones con la marca Bol. que no pocos casticistas considerarían aún inapropiadas en nuestra lengua:

carnetización. f. Bol., Col., Ec., Nic., Perú y Ven. Acción y efecto de carnetizar.

carnetizar. (De carnet e -izar). tr. Bol., Col., Ec., Nic., Perú y Ven. Dotar de un carné de identificación a alguien.

salvataje. (Del fr. sauvetage; cf. it. salvataggio). m. Arg., Bol., Chile, Par., Perú y Ur. salvamento (ǁ acción de salvar).

Otras adiciones resaltantes: aimarista, alcuza, chuño, cuáquer, curaca, desguañangar, encamotarse, endenantes, flacuchento, ta; gigantografía, guagua, guascazo, huairuro, loteamiento, mordida, narcoavioneta, narcopolítica, patasca, prebásico, tracalada.

Al artículo de indio se le ha añadido esta locución:

indioˡ, dia. adj… ǁ subírsele a alguien el . loc. verb. Arg., Bol., Chile, Col., Cuba, Ec., El Salv., Hond., Méx., Nic. Pan., Par. y R. Dom. montar en cólera.

En el castellano boliviano es más usual la locución salírsele a alguien el indio.

Marcas registradas

Algunas marcas industriales o comerciales llegan a convertirse, con el uso, en sustantivos comunes. Un caso antiguo y ampliamente usado entre los hispanohablantes es el de gillette (hoja de afeitar desechable). La fábrica, establecida en 1901, en los Estados Unidos de América, lleva el nombre de su fundador, King Camp Gillette. El vocablo de este origen figura en el diccionario como préstamo crudo. Diez voces de este tipo reconoce el DLE/2014 con la marca Bol., junto a las de otros países: ellas son: ajinomoto, calefón, cuáquer (forma castellanizada de Quaker Oats), fernet, fórmica (El DRAE/2001 recoge fórmica o formica como término del español común), granola, lavandina, linotipo, virulana y zucaritas.

Alteraciones morfológicas

El nuevo diccionario arrastra, desde dos ediciones anteriores, algunos defectos morfológicos en voces bolivianas. Estas son las alteraciones más notables, que deberán corregirse para la 24.ª edición:

callabuaya. adj. Dicho de una persona: De un pueblo que habita en las proximidades del lago Titicaca, célebre por su habilidad para curar con yerbas. U. t. c. s. ‖ 2. Perteneciente o relativo a los callabuayas.

ipsi. (Metát. Del aim. ispi). m. Bol. Pez pequeño comestible, del lago Titicaca.

pincullo. m. Arg., Bol. y Perú. pingullo.

Comentarios:

La Academia Boliviana de la Lengua hizo reiteradas observaciones al respecto, ante la Comisión Permanente.

La palabra callawaya, que no “callabuaya” (adjetivo y sustantivo proviene de las voces aimara y quechua kolla ‘medicamento’ y wayaku ‘llevar, portar ’. La traducción más usual es curandero. La mayor parte de los antropólogos y lingüistas, siguiendo a Ludovico Bertonio, escriben en la forma arriba lematizada, o con hu en vez de w: callahuaya. No encontramos documentación de uso en la forma “callabuya”. Con ambas grafías, y también con C o K iniciales, se halla registrada en el Diccionario de americanismos.

El vocablo “ipsi”, con la marca Bol., se define como “metátesis de ispi”, sin acompañamiento de otras marcas. En esta forma es inusual en el castellano boliviano. El Diccionario de americanismos incluye ispi en sentido figurado, popular y festivo: «m. f. Bo. Persona de constitución delgada y aspecto enfermizo. pop. fest. □ a. ǁ como en atado de chola. loc. adv. Bo. Con mucha estrechez y apretura en un sitio». Esta combinación, equivalente a la loc. verb. «como sardinas», hace referencia implícita a la definición que de “ipsi” da el DLE/2014: Pez pequeño comestible, del lago Titicaca. Será necesario corregir el error en la próxima edición del diccionario común e incluir en el DA la acepción “Pez pequeño…, etc.”

En el lema pincullo se incluye la marca de Bolivia de manera inapropiada. No tiene registro alguno en el castellano boliviano. La voz usual es pinquillo, con el significado de flauta indígena. En el DA, está inserta con esta definición: «pinquillo. m. Ec., Pe, Bo: O, Ch: N, Arg: NO. Instrumento musical indígena en forma de flauta pequeña de caña o madera, con boquilla». El DA registra, además, las voces pinquillada y pinquillero.

Errores de redacción

Observamos aquí deficiencias, insuficiencias o errores en la redacción de algunos artículos, defectos que pueden producir distorsiones semánticas.

alasita. f. Bol. Feria artesanal.

En esta definición genérica se pierde el sentido histórico y cultural de la palabra alasita, que en aimara significa “cómprame”. Es referente de la festividad anual del diosecillo andino de la abundancia, llamado Equeco (Ekeko). En la feria, variados artistas exponen y venden objetos en miniatura, trabajados en metal, yeso, madera, arcilla, papel, tela y otros materiales. Asimismo, se exhiben y venden productos de repostería en miniatura. No es, por lo tanto, una feria artesanal cualquiera.

chuspa. (Del quechua chchuspa). f. 1. Arg., Bol., Chile, Col. y Perú. Bolsa, morral. ǁ 2. Arg., Bol. y Perú. Bolsa pequeña en la que se lleva el tabaco y lo necesario para coquear.

Aquí, el error radica en que se menciona el tabaco como contenido principal de la bolsa. Obviamente, las personas que coquean (acullican) llevan en la chuspa hojas de coca “y lo necesario para coquear”. El cigarrillo es un componente secundario que puede o no estar en la bolsa, y no todos fuman cigarrillos a tiempo de acullicar.

comarapeño, ña. adj. 1. Natural de Comarapa, localidad del departamento de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. ǁ 2. Perteneciente o relativo a Comarapa o a los comarapeños.

La redacción de este artículo, así como la de camireño, ña; chiquitano, na; cruceño, ña; ignaciano, na; montereño, ña, y vallegrandino, na, usan la denominación “Santa Cruz de la Sierra”, nombre de la ciudad capital, para referirse indistintamente a esta urbe y al departamento mismo de Santa Cruz.

humita. (Del quechua humint’a). f. 1. Arg., Bol., Chile, Ec., Perú y Ur. Comida criolla hecha con pasta de maíz o granos de choclo triturados, a la que se agrega una fritura preparada generalmente con cebolla, tomate y ají colorado molido. Se sirve en pequeños envoltorios de chala, en empanadas o a modo de pastel.

Se describe de manera inexacta la humita o huminta, confundiendo sus ingredientes y forma de preparación con los del tamal y el pastel de choclo. En la culinaria boliviana son alimentos diferentes.

En el DILE/2014 figuran 72 gentilicios bolivianos, cuya relación puede verse en la sección V ADJETIVOS GENTILICIOS de este trabajo.

OMISIONES

En el nuevo diccionario, la marca Bol. está, inexplicablemente, ausente en al menos 638 usos corrientes. Coello anotó, tras la revisión del DRAE/2001, 860 omisiones de la marca Bol., en otros tantos lemas. El DLE/2014 ha recogido e incorporado 135 marcas de ese repertorio en los siguientes lemas y acepciones:

abra, acatanca, acoplar, alcuza, amelcochar, amiguero, ra; apuñalear, argolla, banana, banano, barbijo, barra, batán, batir, blanquillo, lla, bolilla, bombacha, cachador, ra; cachar, café, callampa, cana, canchacantaleta, cañada, cañero, ra; champa, chanfle, chango, ga; chaucha, chévere, chingana, chingar, chueco, ca; chusma, combo, concha, cuerazo, diarero, ra; disparado; da, emplumar, engreír, entrador, ra; epa, fijo, ja, equeco, exitismo, falencia, flacuchento, ta; flete, florear fregado, da; fregar, gambeta, gato, ta; gomero, ra; guaca, guaraná, hostigoso, sa, jodón, na; julepe, lamber, lapicera, laque, locro, macana, malevo, va; maleza, mamadera, manga, mataburros, mate, matufia, morete, motero, ra; mudada, muñeco, ca; negrear, niño, ña; ñeque, pacay, pachotada, pailero, ra; palca, pan, pantalla, panteonero, parado, da; parar, parrilla, pataiperro, patasca, patota, pavo, va; payada, perezoso, sa; picado, da; pichiruche, pico, pie, pila, pintado, da; pique, plantel, pongo, ga; pozo, puntear, pupu, quebracho, rajar, rastrillar, reportear, retén, ronda, salado, sapo, pa; sonar, tacho, taita (acepción 6), talonear, tapado, da; torear, trapear, trasnoche, trinche, tuco, tusar, ulluco, vaca, velador, ra; vendaje, volteada, voltear, yerbatero, ra.

Varios vocablos, entre ellos los observados por Coello, que llevaban la marca Bol. y otras marcas americanas, pertenecen ahora al léxico estándar, por ejemplo acordeón, almohadilla (Acep. 9), barriada, chimichurri, golero, metete, rayar (Acep. 5), trago.

Un caso recurrente es el de la omisión de la marca boliviana en el sustantivo aisa, voz de origen quechua: aysay, que significa derrumbe.

Además, como las dos ediciones que le anteceden, la 23.ª edición ignora la voz singani, un bolivianismo de amplio y antiguo registro documental, desde que hace más de un siglo lo catalogara Ciro Bayo, en estos términos:

Singani. Aguardiente de uva muy amoroso al paladar, así llamado de la finca de aquel nombre situada en el valle de Turuchipa, en el departamento de Potosí. El singani es tan mentado y apreciado en Bolivia como el locumba, y unas gotas de su licor comunican un aroma exquisito al té de la mañana o de la noche.

La Academia Boliviana, a través de sus directores y representantes en la Comisión Permanente de ASALE, en Madrid, insistieron en el reconocimiento oficial de la voz singani en el DRAE como bolivianismo, con base en el Vocabulario… de Ciro Bayo, el Diccionario de bolivianismos de Dora Gómez de Fernández y Nicolás Fernández Naranjo (La Paz, 1964), y en investigaciones realizadas por el historiador Gunnar Mendoza sobre el origen de esta palabra, estableciendo que proviene del nombre de la hacienda Siwingani, en Potosí. Las argumentaciones fueron bien acogidas por la Comisión interacadémica para la redacción del Diccionario de americanismos. Este corpus registra la palabra en cuestión, de la siguiente manera:

singani. (Del aim. siwinqani). I. 1. m. Bo. Aguardiente de uva que se obtiene mediante un proceso de doble destilación.

No hay razón para prescindir de esta voz en el diccionario común, máxime si figuran en sus registros las voces pisco y tequila, procedentes también de topónimos, como singani.

Otras omisiones reiteradas y muy notorias son las de la marca Bol. en las siguientes voces de uso cotidiano y en todo el país: aisa, autoparte, bajonear, boche, candidatear, chato, ta; cotonete, culear, curul, dedazo, desbarrancar (tr. y prnl.), engrampadora, fulbito, funcar, gritonear, hablador, licuado, micrero, ra; nalguear, osobuco, palta, parrillero, ra; roncear, sanitario, sobrador, ra; tarhui, virutilla, zafrero, ra. (Véase la sección IV OMISIONES, de la presente obra).

SUPRESIONES

Registramos dos tipos de supresiones:

A) De la marca Bol. que junto a otras marcas incluye el DRAE/2001

Ejemplos de supresión de marcas americanas y nueva redacción de artículo. Las palabras pasan a formar parte del español común:

almohadilla. En el DRAE/2001, con las marcas Bol. y Chile, tenía el sentido de «ǁ 9. agarrador (ǁ para la plancha)»; con las marcas Bol., Chile, Col., Guat. y Nic., se registra la acepción «ǁ 10. Cojín pequeño destinado a borrar lo escrito en las pizarras de las escuelas».

caficultura. f. Col., El Salv., Guat., P. Rico y Ven. Cultivo del café.

tragoˡ. (De tragar). m… 5. Am. Bebida alcohólica. (Suprimidas las marcas Arg., Bol., Col.,Cuba, Ec., El Salv. y Nic.).

Entre otras voces que antes llevaban marcas americanas, ahora estandarizadas en el español común, señalamos estatismo, estatista, estatizar y radiotaxi.

En el DILE/2014, Estas acepciones quedan, al haberse suprimido las marcas americanas, como parte del español común. Asimismo, el DILE/2014 suprime los diminutivos y diminutivos afectivos de marcas americanas como afuerita, ahoritita, despuesito, etc., que tienen un lugar propio en el Diccionario de americanismos.

B) Solo de la marca Bol.

Se ha suprimido la marca Bol. de 51 lemas y acepciones compartidos.
También ha sido suprimida la acepción 3. del lema biblia, que registra el DRAE/2001 con esta descripción: «ǁ 3. Bol. Bebida compuesta por huevo, canela y vino dulce».

Anotamos otras supresiones de marcas importantes: adobera, barcaza, caldillo, gradiente, lapicera, marraqueta, martillero, ra y peinador.

Voces de lenguas autóctonas

El repertorio de bolivianismos en el Diccionario de la lengua española incluye 178 vocablos de lenguas autóctonas, distribuidos así: 134 de origen quechua, 26 de origen aimara, 17 de origen guaraní, y 1 de origen tupí.

Quechua: aca, acatanca, achalay, achuma, acullico, aillu, airampo, ajipa, amancay, ananay, apasanca, api, atatay, cacharpas, caima, callampa, callana, capia, caracha, carpa, caucho, chacra, chala, challar, chamillo, chancaca, chancar, chaqui, chasca, chasqui, chaucha, chilca, chinchulín, chingana, chirapa, choclo, chonta, choro, chúa, chucho, chulla, chuncho, cha; chuño, chupe, chupo, chuspa, cimba, cocaví, cocha, cochayuyo, colla, combo, concho, coto, curaca, cuy, guaca, guacho, guagua, guanaco, guano, guasca, guato, güincha, huaiño, huairuro, huiro, humita, jora, lagua, llajua, lliclla, llicta, llocalla, llucho, locro, lucma, macurca, mate, micha, misachico, molle, morocho, cha; ñaño, ña; ojota, opa, pacay, paco, pajla, palca, pascana, pasparse, patasca, picana, pichana, pongo, poro, porongo, poroto, pucho, puna, pupu, puquina, quechua, quegua, quinua, quiñar, quirquincho, runa, sachapera, sirvinacu, soroche, suncho, sunicho, tambo, tara, tauca, tinca, tincar, toco, topo, totora, uchu, ulala, ulluco, vicuña, vincha, viravira, vizcacha, yanacona, yapa, yunga, yuyo, zapallo.

Aimara: achachi, achachila, aguayo, aimara, aimarista, amauta, apacheta, aparapita, aricona, callapo, camanchaca, cuculí, gualaicho, guaragua, imilla, ipsi, lampa, llocalla, murucullo, palliri, pasancalla, pututo, sicu, tarca, tunta.

Guaraní: capiguara, caraguatá, carayá, guabirá, guaraná, jabirú, jaguarundí, mangangá, ñandutí, surubí, tacurú, tapera, tatú, tipoi, urutaú, yacaré, yarará.

Tupí: ara

Varias voces quechuas pertenecen también al léxico aimara por lo que será necesario incluir, en la próxima edición del DILE, la marca aim. en los vocablos de uso común quechua-aimara.

MISCELÁNEA

Finalmente, reunimos unos cuantos componentes atractivos del nuevo Diccionario de la lengua española, relacionados con los bolivianismos:

 La marca Hond. (Honduras) acompaña con frecuencia a la boliviana.

 Bolivia y Honduras comparten la locución adjetiva «de ñeque». Fuerte, vigoroso.

 Llama la atención que ninguno de los bolivianismos de este diccionario tiene acompañamiento de un filipinismo. Sin embargo, Bolivia y Filipinas comparten, en los hechos, la voz mancuerna. Véase la sección IV OMISIONES, de este libro.

 Palabras homónimas:

aguayoˡ. (De or. aim.). m. 1. Arg., Bol. y Perú. Pieza rectangular de lana de colores que las mujeres utilizan como complemento de su vestidura y para llevar a los niños o cargar algunas cosas. ǁ 2. Bol. y Perú. Lienzo fuerte.

aguayo², ya. (Del náhuatl ahuayótl ‘cosa espinosa’ , de ahuatl ‘espina’ y -yotl ‘cosa caracterizada por’). adj. Méx. Espinoso, áspero.

 La palabra ajear es, sin duda, el acortamiento eufemístico de carajear, muy usual en nuestro medio, en el sentido de reprender a alguien duramente o proferir insultos y ofensas. Se la considera como “solo bolivianismo”, pero, según el DILE/2014 es una voz compartida por Cantabria, Bolivia y Perú. En la descripción, está la voz plural ajos, eufemismo, a su vez, de carajo.

ajear. tr. Cantb., Bol., y Perú. Proferir ajos.

 La interjección atatay se usa en Bolivia para denotar dolor; en el Ecuador denota la sensación de asco.

 Hay bolivianismos de origen mapuche, entre ellos: guata, laque, laucha, pilcha, pololo, la;

La palabra gotera, en subcategoría gramatical, figura así:

gotera. (De gota y -era). f… О pl. 9. Bol., Chile, Col., Ec. y Méx. Afueras, contornos, alrededores.

El DRAE/1984 registra la 8.ª acepción de gotera, usada en plural, con la marca Sant. (Santander): Alrededores de una casa, y la 9.ª con la marca Amér. (América): Afueras, contornos, alrededores. Las cinco marcas americanas (Bol., Chile, Col., Ec. y Méx.) aparecen, por primera vez, en la 21.ª Ed. del DRAE/1992, antecediendo a la 8.ª acepción. El DRAE/2001 reproduce exactamente esa acepción, y la recoge sin modificaciones el DLE/2014.
Ahora bien, desde 1992, lleva la marca Bol., pero no es usual y menos conocida en ámbito alguno del país. Figura, sí en el Diccionario de bolivianismos de Dora Gómez y Nicolás Fernández Naranjo, y puede que de allí haya sido tomada para el DRAE/1992. También es probable que Fernández Naranjo la haya registrado de manera errónea o casual como bolivianismo.

 Definición incompleta:

 parrilla². (De parraˡ). f… ǁ 8. Bol., Cuba, Méx., Perú, Ur. y Ven. Rejilla metálica en la parte trasera de las bicicletas o motocicletas para llevar la carga.

Habrá que añadir, con la marca Bol.: Rejilla metálica sobre el techo de automóviles de alquiler para llevar la carga.

 La palabra rastacuero, usada en Bolivia y otros siete países americanos, viene del francés rastaquouère. Referido a una persona significa: Inculta, adinerada y jactanciosa. Se usa también como sustantivo.

 La voz urpila lleva la marca Bol., sin referencia etimológica. Es de origen aimara: urpi-urpila, según Tarifa Ascarrunz. Es también palabra quechua. urpila.

 Efecto político sobre una acepción

ramaˡ. (De ramo). f… ǁ 5. Bol. Col., Guat., Nic., Pan., Par., P. Rico. R. Dom., Ur. y Ven. En el constitucionalismo iberoamericano, cada uno de los poderes del Estado. Rama ejecutiva, judicial.

La Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia denomina “Órganos” a los antiguos poderes o ramas del Estado: Organo ejecutivo, Órgano legislativo, Órgano judicial, Órgano electoral; por lo tanto, esta innovación política demandará la enmienda de la 5.ª acepción de rama, con la supresión de la marca Bol., o la adición de una acepción en el artículo correspondiente a la palabra órgano.

BOLIVIANISMOS EN CIFRAS

Lemas 1551 Adiciones 764
Acepciones 1256 Solo la marca Bol. 249

Omisiones 639
Total bolivianismos 2807


Supresiones 52

Voces de origen quechua 134 Adjetivos gentilicios 72
de origen aimara 26
de origen guaraní 17 Sustantivo de marcas
de origen tupí 1 registradas 10
______________________________________
Total 178

EVOLUCIÓN NUMÉRICA

Veamos el incremento de bolivianismos en el diccionario común:

Ediciones y años Cantidad de bolivianismos

15.ª, de 1925 36
18.ª, de 1956 97
19.ª, de 1970 132
20.ª, de 1984 179
21.ª, de 1991 278
22.ª, de 2001 938
23.ª, de 2014 1551 lemas + 1256 acepciones: 2807

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